11/12/2017
Susana Gomes
Los influencers están de moda y todos los famosos quieren serlo pero no todos llegan a conseguir el objetivo. Emito esta opinión porque en lo particular pienso que los verdaderos influencers son lo que llegan; como su nombre lo indica, a influenciar en su audiencia a través de sus proezas. No podemos decir que determinada persona es influencer sólo por sus millones de seguidores y el prestigio de un marca comercial que le patrocina, puede ser famosa pero no influencer. En esta publicación quiero resaltar el hecho de un influyente que nació en el siglo pasado y llevó adelante su obra dejando una marca en la vida consagrada y religiosa vinculada con los medios de comunicación social: Santiago Alberione.
Noche de inspiración.
Nació en San Lorenzo di Fossano en la provincia de Cuneo, de la región de Piamonte, Italia el 4 de abril de 1884, fue el quinto hijo de Miquel y Teresa Allocco. Sus padres trabajaban en la tierra junto a sus cuatro hermanos y la vida de la familia transcurrió bajo los valores del trabajo y las practicas religiosas, sobretodo, el rezo del Santo Rosario. Santiago sabía con corta edad lo que quería y lo que realmente le llamaba la atención, prueba de ello, fue la respuesta que le dió a su maestra de la escuela cuando era un niño. Qué quieres ser cuando seas grande? -Quiero ser cura!. Sin titubear aquella respuesta fue un proyecto de vida concreto.
En octubre de 1900 entró en el seminario diocesano de Alba con dieciséis años, donde conoce al que posteriormente será su amigo y consejero durante 46 años, el canónigo. Francisco Chiesa. La noche del 31 de diciembre de ese mismo año fue marcada por un momento crucial para la vida espiritual de Alberione; tras pasar cuatro horas ante el Santísimo Sacramento, Santiago tiene un encuentro especial con el Jesús Sacramentado. De la Sagrada Hostia le vino una luz especial y desde aquel momento se sintió «profundamente obligado a prepararse para hacer algo por el Señor y por los hombres del nuevo siglo».
Aquella inspiración que recibió Santiago Alberione fue lo que le impulsó para hacer algo diferente como seminarista y luego como sacerdote. Para ello, se preparó a nivel pedagógico y espiritual marcado por las novedades del evangelio. Tenía la certeza que la propagación de la palabra de Dios podía llegar a muchos lugares al mismo tiempo a través de un instrumento de difusión con el espíritu y la guia de San Pablo, el apóstol. Para la época, era considerado algo aberrado, los curas y las monjas siempre estaban relacionados a las predicaciones desde un altar o desde un aula del colegio y no se pensaba que la Palabra de Dios podía tener el mismo efecto si estaba escrita en la prensa común. Esa diferencia fue la que marcó la vida de Alberione y lo convirtió en un influencer del evangelio usando los medios de comunicación social modernos.
Proyecto de Familia.
Santiago Alberione tenía una gran visión de cómo poner en marcha la propagación del Evangelio fundando un equipo humano que luego lo llamaría Familia Paulina, inspirada en el Apóstol San Pablo y el gran sueño del sacerdote en la reafirmación de Cristo Camino, Verdad y Vida en el mundo. El 20 de agosto de 1914 comienza en Alba la fundación de la Pía Sociedad de San Pablo (Familia Paulina). La primera mujer que sigue al Padre Alberione es Teresa Merlo, con la que comienza en 1915 las Hijas de San Pablo; mujeres al servicio de la Palabra de Dios a través de los medios de comunicación. En pocos años el apostolado de la palabra creció y en 1918 los primeros miembros de la Familia Paulina partieron hacia Susa, en Turín. Así mismo, en 1924 se fundó las Pías Discípulas del Divino Maestro para el apostolado eucarístico, sacerdotal, litúrgico.
Las Instituciones que fundó Alberione de la Familia Paulina son en total cinco Congregaciones religiosas, una Asociación de laicos y cuatro Institutos Seculares. Todas unidas y entrelazadas por una misma espiritualidad que el mismo fundador define: “Hay un estrecho parentesco, porque todos hemos nacido del Sagrario. Hay un sólo espíritu: vivir a Jesucristo y servir a la Iglesia”. Era sin duda un influencer en primer lugar para todo su equipo de trabajo y seguidores más cercano y luego para todo el mundo que podía ver, oír, leer y sentir la Palabra de Dios a través de los medios de comunicación más moderno.
De igual manera, para Alberione era fundamental el contenido que se publicaba en los diferentes medios; en los inicios fue la prensa escrita, tenía la convicción profunda de dar a conocer el mensaje de Dios de una manera clara para todos lo entendieran: “Sean vuestras ediciones las más pastorales, las que san Pablo haría si viviera ahora. Vuestra manera espiritual y material de hacerlas ha de ser la más pastoral. Vuestro poder de difusión debe ser también el pastoral”. El compromiso del apostolado paulino, dado por el Fundador no era nada fácil, requería estudio, análisis y mucha oración para saber discernir el contenido más adecuado según los tiempos y la cultura de cada lugar, signos claros de un verdadero influencer actual.
La vida de Santiago Alberione estuvo marcada desde sus inicios por el ansia de hacer una gran obra dedicada al servicio del bien a la par de los signos de los tiempos, de la corrientes tecnológicas que el hombre pueda emplear. Ese fue siempre el objetivo de este sacerdote, influencer y beato. El 26 de noviembre de 1971 muere Santiago Alberione con 87 años. Se va del mundo terrenal dejando cumplida la misión que Dios le había encomendado, sin faltar al compromiso que adquirió en la noche de su inspiración. Sus últimas horas se vieron confortadas con la visita y la bendición del Papa Pablo VI, que nunca ocultó su admiración y veneración por el P. Alberione. En 2002 la Santa Cede lo nombró Patrono del Internet y en 2003 es declarado beato por el Papa Juan Pablo II.
Santiago Alberione vivió su vida con testimonio de oración y trabajo al servicio de la Palabra de Dios sin descansar, tomando como modelo el apóstol San Pablo y dejando sus seguidores en todos los rincones del mundo que dan a conocer el camino que conduce a la felicidad plena en Dios por quien somo y nos movemos. Porque la vida esta marcada por hechos y los hechos son parte de nuestra historia.
Facts.
Life in Facts.
“A san Pablo, escribe, fue consagrada la Familia paulina… Ella abarca todo el mundo en todos los campos de apostolado: cultura, misión, espiritualidad, acción, ediciones. Las ediciones para todas las categorías de personas; juzgar todos los problemas y los acontecimientos con la luz del evangelio. Sus aspiraciones son las mismas del corazón de Jesús en la misa; en el único apostolado: ‘Hacer conocer a Jesucristo, iluminar y apoyar toda misión y toda obra de bien; llevar en el corazón a todos los pueblos; hacer sentir la presencia de la Iglesia en todos los problemas. Al mismo tiempo, tener un gran espíritu de adaptación y de comprensión ante todas las necesidades públicas y privadas; todo el culto, el derecho, la unión de la justicia y de la caridad” (AD 65).