El «Papa Amigo» visita el «Retén de Catia»

«A todos los aquí presentes, en esta circunstancia, dirijo también mis palabras muy cordiales. Éste es el primer momento de mi Visita a Venezuela. Espero que esta Visita, en la circunstancia actual, bajo la protección de Nuestra Señora de Coromoto, pueda ser beneficiosa para todos los venezolanos.

Que el Señor bendiga a todos los aquí presentes.
Muchas gracias.»

Juan Pablo II. Febrero 1996. Caracas. Venezuela

17/05/17

Susana Gomes

“El monstruo de Oeste”

Catia, localidad bondadosa, multicultural, diversa y heterogénea, la parroquia más poblada de Caracas, capital Venezolana. La Parroquia Sucre, nombre inspirado en el prócer de la independencia Venezolana, Antonio José de Sucre, está ubicada al nor-oeste de la ciudad. Catia, es un barrio generoso, siempre abierto a acoger con sus brazos abiertos a los «musiús», llegados a la Tierra de Gracia. Fue sin duda, un nicho de oportunidades para el mestizo suramericano, el blanco europeo y el «catiense» nativo.

a26d5f72d398d27fb6d72a9468cfd047
Internado Judicial de las Flores Catia. Parroquia Sucre. Caracas. Venezuela

Para el año 1966 fue inaugurado en la parroquia, el Internado Judicial de los Flores de Catia, popularmente conocido como “Retén de Catia”, bajo el mandato del presidente Raúl Leoni. El edificio de las Tres Torres, tenía una capacidad para albergar unos 750 presos. Sin embargo, con el tiempo el hacinamiento fue creciendo y la cifra de los reclusos llegaron a superar los 3000 mil. El edifico de las Tres Torres, se convirtió en un verdadero problema social para la comunidad y para toda la población caraqueña. La ciudad se dividió. Los que vivían en el “Este” y los que trataban de convivir con el “Monstruo del Oeste”. Así le llamaban. La prisión,  se hizo tan popular que inspiró al Director cinematográfico Clemente de la Cerda, a realizar el filme venezolano «Reten de Catia»

download
Celdas del Retén de Catia. Parroquia Sucre. Caracas. Venezuela. 

La situación de los presos del Retén fueron verdaderamente inhumanas. Las mafias dentro de mismo Retén, hicieron más brutal la estadía de los presos y como consecuencia de los familiares. La periodista venezolana, Ana Vacarella realizó un reportaje de investigación dentro de las instalaciones del Retén, transmitido para la época en la televisora Radio Caracas Televisión, donde se mostró la realidad de los reclusos, cómo trataban de sobrevivir a una situación “salvaje” indigno de cualquier ser humano.

«Estuve preso y me visitastes»

Para el año 1996, el Sumo Pontífice, Juan Pablo II, realizó su segunda visita oficial a Venezuela. El presidente de turno, Rafael Caldera, lo recibió en el Aeropuerto Internacional De Maiquetía «Simón Bolivar», el 9 de febrero a las 16:00. El Papa se encontró con un pueblo que aún recordaba los duros acontecimientos concatenados; la intentona golpista militar en el año 92, y de «El Caracazo» en el año 1989. Sin embargo, la misión de Juan Pablo II, en esos tres días de visitas fueron para “sanar heridas” y dar esperanza a lo venezolanos.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

“El Papa Amigo” apuntó dentro de su programa oficial la parada en el Retén de Catia. Monseñor Baltazar Porras, junto a decenas de comisiones eclesiásticas presidieron la organización de la visita. Baltazar explicó que lo más difícil fue que el gobierno de Caldera aceptara la visita del Papa al Retén de Catia. El gobierno, quería evitar que el Papa observara la crisis carcelaria caracterizada por la deshumanización y el maltrato. Pese a las negaciones, el acto no pudo quitarse del programa. Diarios de la época reseñaron que al edificio del “Mostruo de Catia” se le maquilló la estructura para la visita papal.

No obstante, en medio de las polémicas, allí estuvo presente Juan Pablo II. En la avenida Sucre, se instaló una plataforma donde el Papa en su “papamóvil” realizó su primera parada frente al Edificio de las tres torres. Aquella tarde, del 9 de febrero de 1996, será recordada por siempre en la mente de los caraqueños. «Quisiera poder detenerme y hablar con cada uno de las vicisitudes que le han traído hasta este lugar» expresó el Papa en sus primeras palabras del discurso. Más adelante manifestó: “Hago un apremiante llamado a la Administración de Justicia para que el sistema carcelario sea siempre respetuoso de la condición del hombre, es decir, que se promuevan, en éste y en los demás centros penitenciarios, condiciones de vida más acordes con la dignidad humana; que se favorezca la reeducación y formación de los detenidos y no se consientan nunca vejaciones ni tratos inhumanos”

Sus palabras estaban cargadas de reflexión, reconciliaciónesperanza para los reclusos, pero a la vez, de llamada de atención a las autoridades competentes. El Papa conocía la situación de los reclusos, la fuerte masacre del año 1992 y la demanda 11.699 por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hacia Venezuela.

El hecho de la visita del Papa Juan Pablo II al Retén de Catia, dejó una ventana abierta al mundo, que tomó en cuenta la realidad, una vez más, de los derechos civiles y la igualdad en la sociedad y la cual debe ser garantizada por los Estados. Finalmente, el Internado Judicial de los Flores de Catia, fue objeto de un proceso para la dignificación de los convictos, siendo demolido el 6 de marzo de 1997, poniendo fin a uno de los reclusorios más infames y oscuros de Venezuela. De esa manera, se tomaron en cuenta aquellas palabras del Papa: «os dejo estas reflexiones, que os transmito junto con mi estima y mi Bendición Apostólica como prenda de un futuro mejor«.

Porque los hechos son parte de nuestras vidas.

Life in Facts

Documento: Encuentro del Santo Padre Juan Pablo II con los presos del Retén de Catia. Viernes 9 de febrero de 1996. Caracas. Venezuela.